Se inicia el año 1937 con la terrible consolidación de la guerra civil en España.

Las fuerzas rebeldes amenazan la capital y el gobierno republicano decide trasladarse, a finales del 36, a la ciudad de Valencia, que, aunque sujeta a los bombardeos aéreos y navales de las fuerzas, ya llamadas nacionales, se mantiene más o menos segura en las orillas del Mediterráneo.

Toda la familia Machado, con la excepción de Manuel Machado, al que el inicio de la guerra le cogió en Burgos por motivos familiares, pasa este año en el pequeño pueblo de Rocafort, a escasa distancia de Valencia, a 14 km., entre el mar y los naranjos. El olor a azahar se impone en aquellos días y noches, en las que Antonio escribe y colabora en la prensa republicana, en sus revistas y en los actos y congresos que el gobierno organiza o acoge, como la Conferencia Nacional de Juventudes Socialistas Unificadas (Enero) o el II Congreso Internacional de Escritores para la defensa de la Cultura (Julio).

Con y como la mayoría de los intelectuales que apoyaban a la República Antonio Machado forma parte de numerosas Juntas, Organizaciones y comisiones estatales, aceptando los nombramientos que le proponen.

El apoyo de nuestro poeta a la República Española es incuestionable y a su defensa dedica sus poemas, palabras y escritos.

Algunas son las grabaciones que sabemos realizó Antonio Machado en Valencia, y luego en Barcelona, pero lamentablemente no se han encontrado, hasta la fecha, ninguna de ellas, por lo que su voz en las palabras que las acompañaron sigue siendo un sueño no alcanzado.