Este libro habla de la frontera septentrional de México o Nueva España: tres siglos de historia en una extensión varias veces mayor que la península ibérica.
A través de documentos de la época se pone de relieve la complejidad de la frontera y cómo la percibían los españoles en sus cartas.
Los textos, en su mayoría inéditos, van desde 1533 hasta 1809 y describen por boca de numerosos personajes la política de la Corona y de la Iglesia, la guerra, la economía, la sociedad y la cultura.
Tema recurrente es la reacción de la población indígena ante la presencia de soldados, misioneros, autoridades y simples vecinos que llevaron a la frontera instituciones, creencias y valores propios de la cultura española. Pero el gran atractivo de este libro es la manera en la que hace hablar a los españoles y criollos que vivían en aquellas provincias del imperio; cómo mantenían su lealtad a un lejano rey, cómo veían al indígena, qué era la familia, el honor, el pecado y el delito según un modelo trasplantado desde la metrópoli hasta una sociedad de frontera.