La comunidad autónoma de Extremadura (España) es muy rica en un patrimonio histórico-artístico disperso por su paisaje natural que, junto a la cantidad de monumentos urbanos contenidos en sus pueblos y ciudades, hacen de ella un interesante destino para el turismo, la investigación y el conocimiento.

En cuanto a los ejemplos vernáculos diseminados por sus dehesas, latifundios y territorio en general, ya han sido estudiados algunos entornos como la comarca de La Serena, la de Mérida-Vegas Bajas, Tierra de Badajoz o la jurisdicción de Cáceres. No obstante, de Trujillo se ha publicado mucho sobre sus murallas, palacios medievales y renacentistas, iglesias... que marcan una alta excelencia de su pasado, pero hasta el momento no se ha dado a conocer el legado tan interesante que se encuentra en sus campos, principalmente construido entre los siglos XIII al XIX. Así, el Caserío de Pascualete, Matilla de los Almendros, El Carrascal, Palacio Viejo, Casa de Casco, Palacio de Doña Catalina o Magasquilla de los Álamos, entre otros, nos hablan de una riqueza maravillosa.

De tal manera, en este libro podrán encontrar un análisis amplio de Trujillo desde la perspectiva de la conexión de la ciudad con su territorio a lo largo de la historia y un catálogo pormenorizado de los más importantes palacios, casas fuertes y de campo que aún se conservan en su paisaje rural.