Esta historia del taxi es una crónica gráfica de un viejo oficio que se remonta a los tiempos de Felipe II, época en que empezaron a circular por las calles de la recién nombrada Villa y Corte unas mulas acompañadas de un mozo. Aquel servicio fue el embrión del taxi actual.

Después llegaron otros transportes urbanos de alquiler como las sillas de mano, conducidas por pícaros porteadores; las literas, empujadas por mulas, y los populares coches de tracción animal que circularon hasta después de la Guerra Civil por necesidades del momento. Aquellos carruajes de mulas fueron llamados simones en homenaje a un tal Simón González o tal vez a Simón Tomé Santos, un industrial que a mediados del siglo xviii puso en la calle varios coches de alquiler.

Al coche simón le salió una novia llamada «manuela», un elegante milord con capota para el sol y la lluvia. Juntos se encargaron de trasladar a los madrileños a los cafés de entonces, al paseo del Prado, a las carreras del hipódromo, a los teatros, a las plazas de toros y a las fiestas de San Isidro y San Antonio. Más tarde le llegaría el turno al apuesto autotaxi.

Los taxis de colores, el gasógeno, las cooperativas, las mutuas, el microtaxi, el motín de las gorras, los nacimientos en los coches e infinidad de historias más son narradas en este ameno y entretenido libro. Todo con un claro objetivo, rendir un merecido homenaje a unos hombres y mujeres que han compartido, y comparten, muchos momentos del día a día con los madrileños. Un viejo oficio retratado por los mejores dibujantes y fotógrafos y que ocupa un lugar relevante en la historia gráfica de Madrid.