A través del tiempo, el pueblo de Guadalupe ha ido formando una identidad que entronca directamente con la historia de todo el Estado y con la de regiones lejanas donde, alguna vez llegaron los misioneros del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas, abriendo procesos de cultura relacionados con los nuevos espacios que formaron la antigua Nueva España y las Provincias Internas. Desde la autorización real para que este espacio fuera creado el 27 de enero de 1704, hasta mediados del siglo XIX que estuvo en funcionamiento, el Colegio fue el promotor de una intensa actividad en esta región y extendió su influencia a las diferentes misiones que fue ocupando. El Diario Histórico (o Diario de Narvais) nos va describiendo las idas y venidas de los misioneros, sus peripecias, los problemas que enfrentaban y aquellos acontecimientos releventes que de una u otra manera llamaban la atención del autor de esta obra, fray Mariano Antonio Vasconcelos. Esa valiosa información, que por primera vez es publicada en México, nos habla de un esfuerzo sostenido para el cumplimiento de las tareas del Colegio de Guadalupe y, a la vez, muestra la estrecha relación que el pueblo y su espacio cultural tiene con otras latitudes.