El casco hispano-calcídico es un tipo plenamente hispano, fechable entre el s. IV y II a.?C. y con una concentración principalmente celtibérica. Pero este tipo ha sido identificado recientemente a partir del expolio y venta de una serie de ejemplares, seguramente, procedentes de Aranda de Moncayo. El nombre se explica a partir de su forma, que recuerda los cascos de producción calcídica y sus derivados itálicos, pero que toma de las producciones locales, celtibéricas, detalles morfo-tecnológicos importantes.

Si bien hay una importante variabilidad entre los 32 ejemplares identificados hasta el momento, podemos considerar que ello es resultado de una producción individualizada. Pero al margen de estas variaciones el grupo hispano-calcídico presenta un diseño predeterminado fácilmente reconocible: una calota con aperturas para las orejas, largo guardanucas, carrilleras articuladas (el borde de estas piezas está reforzado mediante el remachado de una cinta de sección pseudo-hemisférica), la fijación de unas cintas en la parte frontal y la sistemática aplicación de una compleja estructura de decoración formada por plumas insertadas en apliques laterales y por el lophos vertical, sustentado entre la horquilla del apéndice cilíndrico que se documenta fijado por tres remaches en la parte superior de la calota y las anillas de la parte frontal y dorsal de la calota.

El estudio que se presenta analiza las características morfológicas y decorativas para aproximarnos a su producción y al significado de las mismas armas: elementos protectivos y, simultáneamente, vehículos con los que expresar distintos mensajes de poder, rango militar o influencias adquiridas a lo largo de una actividad mercenaria en la Italia meridional.