En Richard Rorty: La construcción pragmatista del sujeto y de la comunidad moral se ofrece una clara síntesis de los compromisos metafilosóficos, antropológicos y políticos del neopragmatista americano y se develan los presupuestos que, desde dentro del reformismo liberal rortyano, debilitan sus más genuinas aspiraciones solidarias. Sin impugnar por completo su pragmatismo antiesencialista, se pone en evidencia el "individualismo solidario" que subyace a la utopía liberal rortyana y sus gravosas consecuencias respecto de la resolución de problemas tan urgentes como la pobreza global, la discriminación de las mujeres y la violación de los derechos humanos. Y pese a lo mucho que la tradición pragmatista debe al corpus rortyano, nada hace suponer que su versión del igualitarismo liberal sea más eficaz a la hora de resolver las innúmeras tensiones que se suscitan entre las legítimas necesidades de la comunidad moral y las libertades ineludibles de los particulares.