¿Cuánto depende la etiquetación de la santidad de la persona catalogada como tal o de aquellos que la interpretaron en vida y en muerte? Y quienes la interpretan, ¿qué dejan de sí mismos en el proceso? ¿La figura de la santidad supone un modelo de conducta sin fisuras o esconde algo más detrás de esa apariencia superficial? El presente libro intenta responder a estos y otros interrogantes a partir de un estudio detallado sobre Teresa de Ávila a partir de dos momentos: el de su vida y el de sus vidas. Primero, en su búsqueda por construir un lugar de enunciación legítimo y performativo desde el cual ejercer poder, así como establecer relaciones sociales capaces de sostenerla ante miradas adversas. Segundo, el de su figura post mortem a partir de sus biografías tempranas, analizando no sólo como se tejen los hilos que engalanan a una bienaventurada a la luz de Roma, sino especialmente los indicios dejados por sus autores y que delatan tanto su subjetividad políticamente situada como el abordaje introspectivo de su plumas. Ello permite ver cómo Teresa se convierte en un símbolo que lejos de transmitir un mensaje único, el modelo de comportamiento ideal, condensa en sí mismo una multiplicidad de interpretaciones. Entonces, las hagiografías son mucho más que textos escritos a gusto de las autoridades político-religiosas. Son además espacios literarios introspectivos y plataformas de disputas políticas tanto hacia el exterior como hacia el interior del catolicismo de la Contrarreforma.