La Masonería ha sufrido intensas y persistentes campañas de desinformación. Sobre todo en países como España, donde las ideas del Liberalismo y la Democracia triunfaron tantas veces a duras penas y de manera efímera. Los portavoces de las ideologías reaccionarias echaron sobre la Masonería las más injustas imputaciones, con la prepotencia que da gozar de la censura y de una poderosa cobertura mediática. En un régimen democrático, como el que consagra la Constitución Española de 1978, el tema de la Masonería tenía que estudiarse bajo un enfoque objetivo y científico. Gran parte de esta labor se debe al profesor José A. Ferrer Benimeli y a su escuela de historiadores. A la que, de una u otra manera, pertenecen los profesores Leandro Álvarez, Ángeles González, Juan Ortiz Villalba y José Leonardo Ruiz. La historia de los masones españoles, muchos de extraordinaria valía humana, intelectual y política, hay que estudiarla hasta el final. Sin ocultar que durante la Guerra Civil y el franquismo, muchos fueron fusilados y miles de ellos castigados, en virtud de la aberrante Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo, por el Tribunal Especial encargado de aplicarla, verdadera Inquisición del siglo XX.