La identidad maketa alude a la inmigración que de otras partes de España acudió al País Vasco, principalmente Vizcaya y Guipúzcoa, entre finales del siglo XIX y los años 80 del siglo XX, que es cuando concluye el ciclo inmigratorio, dividido en dos etapas, una anterior y otra posterior a la Guerra Civil. El título juega con el anacronismo del término maketo, usado despectivamente en su origen para discriminar a los recién llegados, pero hoy postergado del lenguaje cotidiano, principalmente por los propios nacionalistas, sabedores de la trascendencia numérica que el colectivo inmigrante ha llegado a alcanzar finalmente en la vida del país. El libro trata de identidad y de memoria, construyéndose un ensayo sobre la historia de este proceso demográfico pero también económico, social, cultural y, por supuesto, político, que ha transformado de arriba abajo la sociedad vasca contemporánea y sin cuya valoración queda absolutamente incompleto el relato del pasado y la comprensión del presente del País Vasco de nuestros días.