El presente trabajo pretende ser una contribución al conocimiento de la historia de la Guardia Civil a través del análisis de su funcionamiento, en general, del papel desempeñado como fuerza de seguridad, en particular, y del uso que el Estado hizo de esta fuerza durante el Sexenio Revolucionario. Intenta abordar otras dos cuestiones. La primera consiste en mostrar cómo la Institución, cuyo prestigio pareció bien consolidado durante el reinado de Isabel II, no sólo superó sin especiales dificultades una situación política revolucionaria, sino que se convirtió en el principal punto de apoyo de los distintos gobiernos (y regímenes) para hacer frente a los numerosos problemas suscitados por las distintas crisis que estallaron entre 1868 y 1874. Es más, la Guardia Civil salió del Sexenio definitivamente consolidada, revelándose como una formación incuestionable en el entramado estatal, al menos hasta 1931. La segunda cuestión es estudiar la gran variedad de servicios que el Cuerpo prestaba a la sociedad y al Estado, desde los peculiares propios de una fuerza de seguridad de sus características, hasta los frecuentes, y nunca adecuadamente reconocidos servicios, de tipo humanitario, pasando por su permanente presencia en todos y cada uno de los conflictos de orden público que azotaron la España de aquel período.