Nunca antes una época había expresado tal afán de dominio como la nuestra.
La actualidad como problema filosófico: sentido y vocación es un conjunto de pequeños escritos que analizan las distintas configuraciones teóricoprácticas propias de nuestra época y desde las que el ser humano entiende la realidad y a sí mismo (cultura, ciencia, política, lenguaje, historia). El punto de partida es la caracterización de la modernidad como un proceso de dominio lógico-técnico del ente a partir de una comprensión del ser no puesta en cuestión. El efecto de época resulta de la clausura de la cuestión del ser de acuerdo al proceso de dominio e impide al hombre apropiarse de su sentido ontológico y lo orienta hacia la reproducción de las formas culturales e ideológicas vigentes en el espacio público donde cada hombre auténtico acaba diluyéndose. Esta voluntad de dominio ha alcanzado cotas sin precedentes gracias a la irrupción de las modalidades de simulación, que convierten el pensamiento en un simulacro y un artificio más.
La única posibilidad de un pensar auténtico y honrado es volver a atreverse a pensar la cuestión del ser tal y como acontece en el inicio: la antigüedad griega y la experiencia cristiana. Pero ello implica un desgarro, la ruptura del efecto de época, para reconocer que en lo fundamental seguimos siendo un misterio abierto a la llamada de la divinidad desde la que apropiarnos del sentido de nuestro ser.