¿Seguían sintiéndose judíos dentro de su corazón y practicando ocultamente el judaismo los judeoconversos juzgados por la Inquisición en España y Portugal? ¿Eran cristianos sinceros que fueron calumniados e injustamente perseguidos y castigados? ¿Fueron motivos religiosos o socio-económicos los que motivaron esa persecución?.

La cuestión de si los conversos de origen judío conservaron secretamente en su mayoría sus creencias y prácticas religiosas constituyendo así un foco de tensiones e inestabilidad social, que hizo necesaria la actuación de un tribunal especial, como la Inquisición, para dilucidar quién judaizaba y quién no, es un tema controvertido.

La información contenida en los documentos inquisitoriales, relativos a los procesos de fe, puede ser utilizada para esclarecer ese tema, teniendo en cuenta que esa información, sin estar falseada, no es más, el última instancia, que el resultado de un punto de vista, la versión de los hechos dada por los jueces inquisitoriales, que no es otra que la del sistema al que pertenecían. El Tribunal de la Inquisición de Sevilla fue el primero que se fundó, y uno de los más activos y representativos. Los siglos XVII y XVIII estudiados abarcan una época especialmente significativa de la persecución de judeoconversos por la Inquisición. Este trabajo pone de evidencia la relación entre las circunstancias sociales, políticas y económicas y la actividad inquisitorial, así como las consecuencias que tuvo para el desarrollo del país la mentalidad que esa institución ayudó a mantener.

El documento del Vaticano sobre el Holocausto publicado el 16 de marzo de 1998 trata de poner fin a siglos de incomprensión y sufrimiento. En ese documento se pide a los cristianos que recuerden, considerando 'las raíces judías de su fe... que los judíos son nuestros hermanos queridos y amados; y que, en cierto sentido, son realmente nuestros hermanos mayores'.