En muchas ocasiones, a lo largo de mi labor docente como profesor de Derecho Civil de la Universidad de Alicante, las dimensiones del programa o el contenido de la asignatura requerían la previa estructuración de los puntos básicos de cada tema con el fi n de exponerlos de forma clara y congruente. De esta forma han ido naciendo poco a poco estos esquemas, para cuya confección he utilizado cuantos textos y manuales he tenido a mi disposición o han caído en mis manos. Lo cual signifi ca que contienen poca aportación original del autor y mucha utilización de materiales ajenos, dése por citada y reconocida la doctrina, puesto que su propósito es únicamente el de servir como instrumento de ayuda a la hora de estudiar el temario de la asignatura y abalizar el contenido concreto de cada cuestión. De ahí que para su utilización hayan de tenerse presentes sus propias limitaciones. Los esquemas pueden ayudar a ordenar el conocimiento que se está adquiriendo de una materia pero no pueden suplirlo ni ser utilizados como texto único para su entendimiento. Para ello es imprescindible la utilización conjunta de dos herramientas de las que solo en ocasiones señaladas se sirve de tal guisa la especie humana: el esfuerzo y la razón.