El espionaje en el Marruecos colonial es una crónica que comienza a principios del S.XX y termina en 1956 con la independencia. Francia y España se disputaron el control del país, y enviaron a hombres que fueron los pioneros en conocer unas tierras vírgenes; hombres que trataron con los Pachás y los sultanes. Marruecos entonces era un conglomerado de regiones dirigidas por distintos Caids, donde las kabilas jugaron un gran papel. Clemente Cerdeira por España y Gabriel Veyre por Francia supieron ganarse la confianza del Sultán de Fes. Viajeros curiosos que podían ser misioneros, pintores o médicos serían determinantes para conocer lo que entonces se llamaba el Imperio Cherifiano. El Tánger de Bowles, el Café Claridge lugar donde se ofrecía y compraba información, todo el mundo tenía algo que ofrecer.En 1940 la ciudad era un autentico nido de espías, llena de alemanes; el papel del viceconsulado alemán en Larache y el fin de la presencia colonial con la proclamación de Mohamed V como Rey de Marruecos.