Este libro aborda el estudio de la arquitectura en Aragón durante el segundo tercio del siglo XX a través de la obra de uno de sus protagonistas, Lorenzo López Monclús (1912-2013). Formado en Madrid y Barcelona, trabajó en una amplia variedad de programas, tanto del ámbito público, como delegado en Aragón del Instituto Nacional de la Vivienda y arquitecto municipal de Jaca, como desde el privado, en su propio estudio. El estudio de su trayectoria permite mostrar la complejidad de situaciones de cambio y continuidad en periodos habitualmente identificados como estancos: el paso del racionalismo a la autarquía tras la Guerra Civil, o la posterior recuperación de la modernidad en los años cincuenta. Su modo de hacer se ha podido reconstruir gracias a la riqueza de su archivo, inédito hasta ahora, trazando una manera de abordar la práctica de la arquitectura en la que se insiste de manera recurrente en cuestiones como el programa, el lenguaje, la técnica, la ciudad y las relaciones entre ellas.