En el ámbito del Mercado de Valores, los inversores que optan por la capitalización de su riqueza disponen de tres formas de gestión de su inversión. La directa, que adopta la forma de administración conservativa de valores; la indirecta, a través de la gestión de carteras de su inversión, y, por último, la gestión mediante persona interpuesta en la modalidad de gestión colectiva. La presente monografía tiene por objeto precisamente la regulación jurídica de la primera de las formas de gestión bancaria de valores cuando éstos se encuentran representados por anotaciones en cuenta; modalidad que le permite al titular de la inversión decidir directamente en su gestión y administración, y en donde la actividad de la entidad administradora se reduce al ámbito meramente ejecutivo. En esta obra, de especial interés tanto para profesionales del Derecho como para inversores y, en general, usuarios y personas vinculadas a este tipo de servicios, encontrará el lector un tratamiento completo y sistemático, además de una guía útil y pormenorizada de un contrato carente de regulación legal, que conjuga el estudio dogmático y práctico de un fenómeno vivo con prácticas nacidas de las exigencias tecnológicas e informáticas del sistema. Desde esta perspectiva se realiza un tratamiento exhaustivo del contrato con sus elementos, en su nacimiento y sus efectos jurídicos, alcanzando a su extinción y liquidación, pero siendo sobresaliente en este último aspecto la atención con la que se estudia la práctica bancaria del ejercicio de los derechos y obligaciones nacidas del contrato, por cuanto en esa ejecución se muestra el modo en que en la realidad se atiende a alguno de los problemas teóricamente planteados.