El asilo es una institución ancestral, de raíz religiosa ?el refugio en sagrado?, que dio lugar a inmunidades eclesiásticas, ya extinguidas, y que se reconfiguró modernamente como un derecho fundamentado en la dignidad de la persona humana, aunque bajo la decisión de los estados. Las numerosas demandas de asilo que se registran en nuestros días constituyen una de las mayores preocupaciones de la sociedad occidental; de su examen se desprende, además, que el elemento religioso, lejos de haber desaparecido, sigue presente en muchos de los motivos que se alegan como desencadenantes del temor a una persecución en el país de origen.
Desde la consideración de la dignidad humana como sustrato del derecho de asilo, se indaga en este libro la presencia del factor religioso en las solicitudes de protección internacional que son estudiadas por los tribunales, para descubrir la relevancia y el reconocimiento que se da a ese elemento. En ello se juega la dignidad de la persona, que sería fundamentalmente el aspecto donde hoy se vislumbra la vigencia de una dimensión sagrada del asilo que es preciso respetar más allá de una justicia burocrática.