Pablo Picasso descubrió Las meninas en el Museo del Prado a la edad de 14 años, en 1895. Las copias que realizó ulteriormente de varias obras del maestro del Siglo de Oro, confirmaron su admiración por el genio de Diego Velázquez. Esta confrontación con su obra se convirtió en una constante a lo largo de su vida, un hilo con el que volvió a conectar especialmente a los 75 años, cuando se reencontró con la España de su infancia a través de una vieja fotografía en blanco y negro de Las meninas, de la época de la Guerra Civil. Redescubrió entonces sus impresiones originales y las confrontó con su propio desarrollo artístico, creando un conjunto de más de cincuenta cuadros, como otras tantas variaciones sobre un mismo tema, entre herencia y relectura.

C’est en 1895 que Pablo Picasso découvre Les ménines au musée du Prado, à l’âge de 14 ans. Les copies qu’il réalisa ensuite de différentes œuvres du maître du Siècle d’or confirmèrent son admiration pour le génie de Diego Velázquez. Cette confrontation avec son œuvre devint une constante tout au long de sa vie, un fil conducteur avec lequel il renoue notamment à l’âge de 75 ans, lorsqu’il retrouve l’Espagne de son enfance à travers une vieille photographie en noir et blanc des Ménines, datant de l’époque de la guerre civile. Il redécouvre alors ses impressions originelles et les confronte à sa propre évolution artistique, créant un ensemble de plus de cinquante tableaux, autant de variations sur un même thème, entre héritage et relecture.