La evolución que ha experimentado el deporte en China durante las dos últimas décadas demandaba la aparición de una obra como esta. Los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008 primero y, posteriormente, los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín de 2022, han dado lugar a la introducción de importantes cambios en el modelo del deporte chino.

Bajo el paraguas del proyecto de investigación sobre las Relaciones Laborales en el Fútbol Globalizado (2020-2022), agradeciendo el apoyo de todos sus integrantes, y superada la barrera del idioma gracias a la colaboración de Gu Xiaozhuo, filóloga de formación –y nacionalidad china– experta en Derecho del deporte, en esta monografía se examina el origen, la evolución, el modelo organizativo, las principales normas protectoras de los derechos de los deportistas y en materia de integridad deportiva (dopaje, apuestas, etc.) y la dimensión económica (derechos audiovisuales, patrocinio y merchandising) del deporte en China.

El proceso de elaboración no ha sido sencillo. El acceso a la normativa china y, en particular, a las reglas organizativas de carácter interno, es relativamente complejo. La mayoría de las monografías de referencia no están a la venta en España (hay que adquirirlas en China). Y, una vez localizadas las normas y la bibliografía, hay que traducirlas (como los caracteres chinos no siempre admiten una traducción literal y/o fonética, en esta obra se han incorporado algunos términos en chino, a pie de página) y encajar el modelo del deporte chino dentro de la estructura del “Derecho del deporte”, lo que, en este caso, pasaba necesariamente por analizar la última reforma de la Ley sobre Cultura Física y Deporte de la República Popular China (la “nueva Ley del Deporte” o LD) de la que prácticamente no se ha escrito nada aún.

La Ley sobre la Cultura Física y el Deporte de la República Popular China (RPC)1 de 1995 (enmendada en 2009 y 2016) ha sido objeto de una reforma integral (aprobada el 24 de junio de 2022 y en vigor a partir del 1 de enero de 2023): se modifica el título del capítulo II (Deportes Sociales por Educación Física Nacional) y se añaden cuatro capítulos más (Antidopaje, Industria del Deporte, Arbitraje Deportivo y Supervisión y Gestión), de modo que frente a los ocho capítulos que tiene la norma en la actualidad, la nueva contiene un total de doce (Disposiciones Generales, Actividad Física Nacional, Deporte Escolar, Deporte de Competición, Antidopaje, Organización Deportiva, Industria del Deporte, Condiciones de Garantía, Arbitraje Deportivo, Supervisión y Gestión, Responsabilidad Legal y Disposiciones Complementarias). El legislador ha llevado a cabo una reforma “coordinada” que tiene en cuenta la estrecha relación que existe entre el deporte, la sociedad, la educación, la salud, la tercera edad, la cultura y el turismo. Por lo que la aplicación de la Ley conduce inevitablemente a las reglas que se recogen en el Código Civil2, a la Ley de Garantía del Servicio Público Cultural3, la Ley de Arbitraje4, el Reglamento Nacional de Aptitud Física5, el Reglamento de Deporte Escolar6, la Norma Antidopaje7, etc., sin perjuicio de la aplicación de las reglas de las organizaciones deportivas internacionales.

La política de reformas y apertura al exterior que se inició en los años setenta –que afectó a la mayoría de los sectores de la actividad económica– ha dado lugar a una rápida modernización del deporte y a la adopción de nuevas normas que se han alineado en la mayoría de los casos con la normativa pública y privada occidental. Dejando a un lado la reforma del Código Civil de 2020 (una norma de profundo calado que guarda muchas similitudes con el Código Civil español, el francés o el italiano) o la aparición de normas de carácter mercantil que han posibilitado la entrada de capital extranjero, las leyes, los reglamentos y las normas que se han adoptado en los últimos años se alinean cada vez más con las regulaciones internacionales en materia deportiva. Solo hay que ver la Norma Antidopaje de 2021, con continuas alusiones al Código Mundial Antidopaje (CMA) de la AMA, para darse cuenta de los esfuerzos que está realizando el país asiático con el fin de adaptar su normativa al marco internacional.

Esta es una de las pocas obras que se han escrito hasta la fecha sobre el Derecho del deporte en China en un idioma distinto del chino. Es cierto que existen algunos trabajos en inglés (la mayoría escritos por autores de nacionalidad china), pero ninguno de ellos recoge los cambios que se introducen en la reforma de la Ley sobre Cultura Física y Deporte (y tampoco parece que se haya escrito demasiado sobre la reforma de la normativa china en materia de dopaje). Asumiendo el riesgo que implica situar en pocas páginas los elementos definidores de un modelo que se encuentra inmerso en un proceso de cambio, esperamos que esta breve monografía llene, modestamente, ese vacío y abra la puerta a otros trabajos de mayor calado.