En esta obra se ofrecen al lector diferentes perspectivas históricas y actuales sobre el conflicto, entendido como eje político-institucional de la construcción o deconstrucción del sistema normativo, para explicar su fenomenología. Desde finales de la II Guerra Mundial, los estudios sobre la teoría del conflicto, con orientaciones diversas, han generado multitud de publicaciones que sin embargo encuentran escasamente una proyección especializada en el análisis histórico-jurídico. Psicólogos, pedagogos, abogados, negociadores, educadores, etc. han desarrollado incesantemente la disciplina de la conflictología, hasta el punto de que el conflicto aparece con tantos matices que casi hemos olvidado que en realidad su gestión fue un objeto primigenio del Derecho. Los autores que participan en este libro sitúan el estudio del conflicto en un ámbito pragmático, como elemento básico de la articulación del poder, como instrumento de gestión y de resolución de controversias, y en definitiva como factor constante de las alteraciones de la vida comunitaria, pero concentrados ciertamente en su intelección como fenómeno jurídico, en orden a la asimilación de cauces efectivos de normativización. El estudio teórico, junto al documentado análisis de su proyección práctica en determinados periodos de la historia española contemporánea, proporciona una estrategia novedosa para la comprensión de la configuración de la política y el Derecho como construcciones institucionales dotadas de una capacidad consumada o frustrada para dirigir, con mejores o peores resultados, la realidad conflictiva de la sociedad española, en relevantes momentos de su devenir histórico y en la complejidad presente de su actualidad.