El Reglamento (CE) 1400/2002, de distribución de automóviles, culmina un proceso de reforma cuya intención original era adaptar las normas de defensa de la competencia comunitarias a una nueva filosofía de mayor flexibilidad, superadora del efecto "corsé" o"camisa de fuerza" que tantas críticas había suscitado, y que sin embargo implanta un marco jurídico para el desarrollo de sistemas de distribución de automóviles, al menos tan prescriptivo como el de sus predecesores. La reforma separa la venta y la posventa, prohíbe la combinación de la distribución selectiva con la exclusiva, y relaja los
vínculos comerciales entre constructores y fabricantes de piezas de recambio. El reglamento es, en muchos sentidos, un gigante con pies de barro. Un instrumento que en teoría se limita a permitir opciones a los operadores económicos, pero que sirve como poderoso instrumento de regulación del sector de la distribución automovilística, porque constituye un "puerto seguro" -garante de seguridad jurídica- para todos los operadores. El conocimiento de este reglamento es indispensable para cualquier persona que tenga relación con la industria del automóvil. La imbricación de los principios inevitablemente distintos del Derecho administrativo de la competencia en el Derecho civil de obligaciones, hace que con frecuencia los contratos no sean inteligibles sin un conocimiento profundo de las normas sobre competencia. El modesto
propósito de estos Comentarios es ayudar al intérprete del contrato en esta tarea. Confiamos en que sean instrumentos prácticos de trabajo para quienes, por necesidad o por curiosidad, se adentren en el complicado mundo de los contratos de distribución y servicio de vehículos.