Las fechas sacralizadas en el calendario sirven para crear nexos de unión entre los miembros de una comunidad, cuyo ideal se manifiesta ritualmente. Fiesta continental desde sus inicios en el cuarto centenario del "Descubrimiento", el 12 de octubre plantea, épica o críticamente, por medio de un relato mítico de los orígenes, la inserción del mundo americano en el espacio occidental. Además, va dando lugar, a lo largo del siglo XX, a los usos más variados, a veces complementarios, a menudo contrapuestos, que refleja ya la ambigüedad del nombre: Día de la Raza, Día de la Hispanidad, Columbus Day -sin mencionar las nuevas denominaciones sobre las que nadie se ha puesto de acuerdo-. En la celebración de esta fecha, año tras año, se va construyendo y modificando una identificación con entidades territoriales, étnicas, sociales. Este libro evoca dicha conmemoración en territorios extremos de Hispanoamérica, como son Argentina y Puerto Rico, y, en el marco de México, sus límites espaciales: Chiapas y la frontera norte. Para analizar la promoción de la fiesta desde instancias oficiales y su reapropiación en ámbitos locales, este libro asume así una dimensión plenamente comparatista.