Bilbao y sus mercaderes en el siglo XVI#, es un profundo trabajo de investigación escrito por el historiador y profesor francés Jean- Philippe Priotti, en el que se subraya que, ya que en esa época, los bilbaínos controlaban una economía potente, cuyos distintos sectores eran interactivos: construcción naval, industria del hierro, comercio, pesca y transporte. Esta economía fundamentalmente comercial, según el autor, lo era también de guerra pues los vizcaínos proporcionaban navíos y armas para que Castilla pudiese combatir contra los reinos vecinos. Estos sectores de actividad, de doble uso e íntimamente vinculados entre sí, representaban una de las cartas de triunfo del puerto bilbaíno. Hasta la fecha, la bibliografía había insistido más en los estudios sobre Sevilla y América, llegando a convertir el puerto andaluz en el centro económico del comercio europeo en la primera mitad del siglo XVI. Sin embargo, el trabajo de Priotti señala que hasta los años 1560-70 el movimiento portuario de Bilbao, en cuanto a mercancías se refiere, fue tan importante como el de Sevilla. La importancia del descubrimiento de América fue, por lo tanto, progresiva y bastante tardía, lo que lleva al autor a volver a considerar los modelos hasta ahora establecidos por los diferentes estudios. La importancia de la red de comercio y de poder controlada por los bilbaínos explica buena parte de este éxito económico del Puerto del Nervión, por lo que puede deducirse que, en ese momento, los vascos, al lado de los comerciantes de Burgos, con los cuales cooperaban, constituían uno de los fermentos de madurez del medio mercantil europeo. Asimismo, en ese período uno de cada dos navíos de guerra se construía en el País Vasco y, gracias a los encargos reales, los astilleros y las fábricas de armas estaban en pleno desarrollo, el cual duró al menos hasta principios del siglo XVII, compensando en parte la coyuntura de bajos rendimientos registrada en el comercio a finales del XVI.