Desde comienzos del siglo XX, las denuncias de abusos sexuales por parte de sacerdotes en las décadas anteriores y las acusaciones de tibieza a las autoridades eclesiásticas en su denuncia y castigo han supuesto una dura carga para la Iglesia. Las primeras denuncias surgieron en Estados Unidos y han sido dos periodistas católicos norteamericanos, Gregory Erladnson y Matthew Bunson, quienes han investigado la firme respuesta que ha dado el papa Benedicto XVI a los casos de abusos sexuales, tanto como Sumo Pontífice como cardenal Ratzinger. El libro Benedicto XVI frente a los abusos sexuales, publicado por la editorial navarra Laocoonte, Erlandson y Bunson repasan la actitud del Papa con "el desdeo de ayudar a todos los creyentes que se hayan escandalizado, decepcionado, enfurecido o, sencillamente, deprimido" por el escándalo, con el convencimiento de que "la verdad no es nuestro enemigo, y por eso no hay que temerla".