La Academia de las Artes Escénicas de España, nuestra Academia, tiene entre sus objetivos fundacionales una meta importante: “El mantenimiento de la memoria de cuantos profesionales y hechos han contribuido a la grandeza de la profesión”. Por esta razón, inaugura una nueva colección entre sus publicaciones. Un legado: un homenaje a grandes figuras que, a través del hecho artístico sobre el escenario, han dejado huella entre el público y entre todos nosotros. La Junta Directiva, que tengo el honor y la responsabilidad de presidir, con la voluntad de cumplir con este noble objetivo, ha querido organizar un homenaje al actor, director, autor y gestor Cayetana Guillén Cuervo, Presidenta de la Academia.

ADOLFO MARSILLACH, HOMBRE DE TEATRO (1928-2002) Adolfo Marsillach, cuando se cumplían 20 años de su desaparición. Este acto se celebró en el Teatro de la Comedia de Madrid, con la participación de profesionales de la escena que colaboraron con Adolfo Marsillach o que pudieron conocer en profundidad su trabajo. Días después, también cumplimos con la voluntad de rendir otro merecido homenaje a la memoria del productor y director Manolo Collado, ya que, en ese mismo año, 2022, se cumplían tres décadas de su muerte. Es importante que nuestra querida INSTITUCIÓN mire hacia adelante, pero sin olvidarse jamás de los que se fueron dejando puertas y ventanas abiertas para que los que nos quedamos por aquí un rato más, podamos observar el horizonte y respirar, respirar nuestros derechos. Respirar nuestra libertad. Con estos actos nos detenemos a recordar su labor, su aportación, su esfuerzo, somos un latido en el corazón de la memoria histórica de la escena, siempre tan vulnerable. Nuestras artes escénicas han aportado nombres fundamentales para la historia de la cultura de nuestro país. Nombres propios que han construido una época, pero que nuestra memoria olvida con facilidad. El olvido que seremos, como diría Abad Faciolince, si es que no hacemos algo por evitarlo. Si no les nombramos. Si no les recordamos. Nuestra Academia debe dejar constancia de la labor fundamental de su gente para nuestro tesoro cultural. De esta voluntad nace el empeño, no solo de realizar los merecidos homenajes, sino de publicar estas páginas, que dejen constancia de esos actos y del profundo valor de sus protagonistas. Con este deseo nace la colección. En estas páginas viven testimonios de primer nivel sobre quien creó, en 1986, la Compañía Nacional de Teatro Clásico y que es, sin duda, uno de los grandes hitos de la historia reciente de nuestra escena. Adolfo Marsillach, que también colaboró en la fundación del Centro Dramático Nacional, en 1978, cuando todavía nuestra joven democracia solo había

UNA NUEVA COLECCIÓN DE LA ACADEMIA dado sus primeros pasos, aportó al teatro un punto de vista único, lleno de inquietudes, de rigor, de constante búsqueda, de maravillosas novedades. Tuvo la capacidad de dirigir dos de las grandes compañías nacionales de los últimos tiempos y el Instituto de las Artes Escénicas y de la Música, entre las décadas de los ochenta y noventa del pasado siglo. Familiares, amigos, colegas y estudiosos de su obra teórica y práctica intervinieron en el homenaje del 28 de noviembre de 2022. Ellos son los autores de este libro. Recogemos aquí, pues, la totalidad de las intervenciones del Teatro de la Comedia, junto a imprescindibles notas biográficas del homenajeado, salpicadas de imágenes que son historia, y hasta una cronología de su vida y obra que incluye una completa relación de los montajes que Adolfo Marsillach interpretó, escribió y dirigió a lo largo de su prolífica carrera. Mientras tengan un lugar en nuestra memoria y en nuestro corazón, seguirán viviendo entre nosotros.