La metapsicología freudiana expresa el trabajo de justificación teórica de los conceptos fundamentales del psicoanálisis, es decir, expresa la tarea epistemológica que hace del psicoanálisis un saber específico y singular. Si bien en los escritos de Winnicott se pueden encontrar distintas expresiones en lasque manifiesta su desinterés ante los problemas de fundamentación, es posible descubrir una intención metapsicológica no expresada. Para ello se toma como hilo conductor a la fenomenología hermenéutica de Heidegger. La razón es que el corrimiento de Winnicott de la dimensión de la pulsión como el concepto metapsicológico primero del psicoanálisis por el de la continuidad de la existencia tiene como consecuencia que todos sus términos metapsicológicos (ser, verdadero y falso self, espacio potencial, transicionalidad, objeto transicional, etc.) se muevan en un dominio visiblemente fenomenológico. El sí mismo es el fundamento que actúa no por causas, sino por motivaciones correspondientes a su propia existencia. Esto quiere decir que existir significa desplegar posibilidades en las que el sí mismo está implicado o, lo que es lo mismo, constituir un espacio potencial.