Coord. Susana Ruiz Seisdedos. El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) es el nuevo escenario en la enseñanza universitaria y, en estos momentos, aparece cargado de retos, propuestas y contrapropuestas, argumentos a favor y en contra, pero, sobre todo, de dudas ante lo que significa y cómo repercutirá en las metodologías que han de seguirse en el aula. Quizás el EEES sea la propuesta más audaz en los últimos años en la Educación Superior, algo que se echaba en falta, máxime teniendo en cuenta los cambios de filosofía implementados en los niveles educativos previos a la Universidad. Sin duda, los motivos y necesidades que han propiciado el cambio en el modelo educativo universitario son diversos. Entre ellos, cabe destacar, por una parte, la propia necesidad de nuestro país de procurar una modificación y adaptación de la Universidad #y de sus modelos de enseñanza-aprendizaje# a la compleja y cambiante sociedad actual, en la línea de lo acontecido en otros niveles educativos. Y ello a pesar de que, por primera vez, la enseñanza universitaria se desgaja del resto de enseñanzas, ya que la formación universitaria se concibe estrechamente vinculada a la innovación y a la investigación. Así se ha puesto de manifiesto con la creación del Ministerio de Ciencia e Innovación, al que corresponde la propuesta y ejecución de la política del Gobierno en materia de universidades, investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación en todos los sectores, así como la coordinación de los organismos públicos de investigación de titularidad estatal. Este modelo se ha seguido también por parte de las Comunidades Autónomas. Por otra parte, el segundo motivo ha sido la necesidad de crear una fusión educativa con Europa: la construcción de una Europa del conocimiento, considerándola como un espacio unificado de integración #más allá del comercio, el mercado o la moneda# a través de la armonización de los sistemas de educación superior para que contribuya a la movilidad y pro