Definir una empresa de titularidad pública que actúe en el mercado como una empresa privada, implica una serie de cuestiones jurídicas que devienen, en su mayor parte, de la ambivalencia de estas actuaciones necesarias para la doble personalidad de este tipo de empresas. Porque de todas las características que veremos a lo largo de este trabajo, la más destacable, por lo menos a efectos prácticos, es esta dualidad, la dependencia de la Administración es lo que las convierte en instrumentos que utiliza ésta para realizar sus intervenciones en el marco económico, es decir que las empresas públicas de este tipo tiene una función en la administración y en las políticas gubernamentales y, por otra parte, son empresas que compiten en un mercado frente a empresarios privados con intereses diferentes y, en ocasiones, bastantes ocasiones, enfrentados a los de la Administración. Además, esta doble naturaleza significa que la empresa esté sujeta a dos enfoques jurídicos, el estatal a través del Derecho Administrativo y el privado a través del Derecho Civil.