Andrés Barón profundiza en la figura del conde Raimundo de Borgoña, uno de los máximos referentes de la presencia franca en los reinos de León y Castilla durante los siglos XI y XII, conduciéndonos a través de un itinerario que nos descubre distintos escenarios históricos que se desarrollan desde la región francesa de Bourgogne-Franche-Comté, hasta los territorios de la Galicia actual, pasando por los antiguos reinos de León y de Castilla y el condado de Portugal.

Pese a la escasez y fragmentación de las fuentes, y a los problemas de datación de numerosos documentos que han dado lugar a fuertes controversias historiográficas, el autor consigue poner por escrito aspectos imprescindibles para acercarnos a Raimundo de Borgoña. Así, el análisis de su parentela nos permite conocer la ubicación del individuo en el contexto de la sociedad; su llegada a los territorios del Occidente peninsular y su consolidación en la corte de Alfonso VI tras su matrimonio con la infanta Urraca; los procesos de repoblación y defensa llevados a cabo en el área de la Extremadura del Duero; el gobierno ejercido sobre los territorios de Galicia y Portugal; o las intrigas políticas llevadas a cabo junto con el conde de Portugal, que perseguían satisfacer su antigua obsesión por suceder al soberano de Castilla y de León en el trono, son objeto de análisis a lo largo de toda la obra, plasmando lo que bien podría denominarse como la aventura hispánica del personaje y que constituye la mayor parte de su trayectoria histórica.