Esta obra constituye un tratado de filosofía política. Parte del contexto concreto de mi país y de mi mundo cultural (Venezuela e Hispanoamérica. respectivamente), pero se alza a temas universales. Su propósito primero es mostrar que la justicia no es sólo un límite de la racionalidad política, sino que es la racionalidad política misma. A tal fin, trata de las condiciones necesarias para que pueda darse una verdadera discusión racional práctica en la que la perspectiva de la justicia pueda abrirse un camino en medio de todos los intereses que pretenden ahogarla: del contexto de esa discusión: de las instancias en las que es posible de sus fundamentos políticos y metafísicos. sus contenidos y su método. Se divide en dos partes. La primera versa sobre los supuestos contextuales que hacen posible la apertura a la verdad y una discusión que sea algo más que la lucha por la subsistencia animal. Comienza con un estudio de la articulación política: cómo y por qué surgen los gobiernos. Allí se muestra que el servicio a determinadas necesidades existenciales (bienes en el sentido clásico) es la causa formal del surgimiento de las estructuras políticas y de las instituciones, aunque los hábitos. los modos de pensar la cultura de los hombres que así se articulan para actuar en la historia constituyan su materia prima. Las teorías conscientes acerca de la acción política pueden ignorar. como el liberalismo económico, los fundamentos de la existencia de las sociedades. Pero si esas teorías predominan en alguna sociedad, la destruyen. salvo que los fundamentos sigan actuando de un modo inconsciente o al menos. no articulado en teorías. Luego se muestra que en Occidente un orden político sensato necesita de la distinción entre la esfera del poder y la de la sabiduría. Ello permite ver cuál ha de ser la misión de las universidades. y por qué ellas han de ser autónomas. En el capítulo III se habla de cuál es el régimen justo. Se usan categorías de filosofía política clásica. para m