Garantizar la seguridad y calidad de vida de los trabajadores del campo, permitiendo al mismo tiempo generar sus productos de forma saludable para los consumidores, sin comprometer la continuidad a largo plazo tanto de la propia actividad como de los procesos naturales que la sustentan y sin poner e riesgo la diversidad biológica de los sistemas donde se producen, son las bases sobre las que se asientan las prácticas agrarias sostenibles: un conjunto de medidas aplicadas a la gestión agraria que conjugan la productiviad con el respeto a las personas y su entorno. Con el fin de divulgar aquellas actuaciones que permiten mejorar y mantener la calidad de los recursos naturales y de los productos agrarios, compatibilizar las tareas agrarias con la preservación de la biodiversidad y contribuir a un mejor desarrollo medioambiental y social tanto a escala nacional como global, la Fundación Banco Santander publica este Manual con el que se pretende resaltar que no sólo es necesario, sino también posible, conseguir un triple objativo en la actividad agraria: ser económicamente viable, socialmente beneficiosa y ambientalmente respetuosa.