Entre los monumentos artísticos y literarios del mundo antiguo sobresale el Papiro Dramático Ramesseum, cuyas páginas constituyen uno de los eslabones perdidos de la historia de la cultura. Con su descubrimiento, la humanidad ha podido asistir a un nuevo capítulo de sus orígenes que nos revela cómo era el teatro ancestralmente, desde el texto hasta su puesta en escena. Sorprende, a pesar de su edad milenaria, la vigencia de los recursos dramáticos que emplea, los cuales continúan siendo una fuente de enseñanza en el desarrollo del talento y la creación.

La publicación por vez primera en castellano de esta obra hará posible además acceder a la sociedad del Egipto de los faraones con la maestría del arte para dar a conocer la vida, en un tiempo que nos sigue fascinando por sus logros cargados de sabiduría y enigma.

Hallado entre documentos mágicos, científicos y escritos de literatura, el Papiro Dramático Ramesseum incorpora en sí la fuerza del hechizo, la erudición de su autor para mostrarnos, a través del poder de la palabra, la unidad de la ficción y la realidad en un ceremonial de la imaginación.

El diseño del manuscrito, con dibujos e ilustraciones que apoyan el montaje teatral, aportan otra novedad a su concepción, anticipando el papel del grafismo en la evolución de lo escénico.

Toda una poética del drama y la representación están implícitas aquí haciendo posible su desciframiento una vez que nos adentramos en su escenario donde los personajes, entrelazados con los actores, el dramaturgo, y el régisseur, nos guían hacia el espectáculo total.