Probablemente, Ortodoxia es el libro más representativo de Chesterton: <> concebida, en el estilo polémico que le caracteriza, como un conjunto de ensayos sobre lo obvio y lo permanente, que sólo pueden serlo en medio de la paradoja, ya que para Chesterton <> y la ortodoxia viene a ser <>. Este libro no es, ni el autor lo pretendía, un tratado teológico, más bien es la respuesta oportuna de un creyente al que el mundo moderno de interpela constantemente sobre sus creencias. Chesterton recogió el guante, y con él puesto, escribió uno de los mejores libros del siglo XX, sencillo pero a rebosar de sabiduría, coherencia y sentido común. Un clásico irrenunciable.