Reflexionar sobre los fundamentos de la sociedad actual nos introduce en una multitud de contradicciones. Mientras nos asentamos (o eso creemos) en un mundo con altas cotas de desarrollo político, económico y social, nos encontramos ante un ser humano que se va disolviendo y desconceptualizando. Se ha iniciado un imparable proceso donde el mundo idílico basado en los grandes ideales se va vaciando de contenido y los sistemas de poder colaboran en la aparición de un ser humano narcisista, hedonista, individualista, consumista y utilitarista, cuyos principales atributos se relacionan con el miedo a pensar y la vida en el presente. Este presente fugaz, fragmentado y superficial va invadiendo todos sus rincones y el pensamiento reflexivo y existencial va desapareciendo. Este libro trata de analizar este proceso relacionándolo fundamentalmente con la implicación de la escuela en la creación del individuo descrito y con la necesidad de que esta realice una profunda reflexión que sirva para orientar la educación hacia un nuevo paradigma cargado de humanidad.