Este volumen incluye tres textos fundamentales sobre ritmos y armonías, cuya lectura combinada proporciona una esclarecedora idea general de lo que se pensó y escribió en la Antigüedad sobre tales materias. Hefestión de Alejandría (siglo II d.C.) ha llegado hasta nosotros por su Tratado de métrica griega, obra didáctica que trata de los distintos tipos de metros, de pies y de composiciones, y primer compendio de métrica que conocemos. Los tratados Harmónica y Rítmica del filósofo y teórico de la música Aristóxeno de Tarento (IV a.C.) suponen el punto de partida de la musicología como ciencia en la Antigüedad. Critican las escuelas precedentes (pitagórica y harmónica) e instauran las bases de una nueva metodología que sigue fielmente los postulados de Aristóteles; su profundidad analítica e influencia en los autores posteriores los convierten en textos indispensables para una adecuada comprensión de la materia. La Harmónica, el tratado del gran astrónomo greco-egipcio Claudio Ptolomeo (siglo II d.C.), es el último de los grandes textos del helenismo sobre música. Escrito con la ambición y el carácter científico que caracterizan su obra astronómica (de la que toma los mismos presupuestos teóricos), este texto repasa de manera crítica los elementos que forman la llamada "ciencia harmónica": notas, intervalos, escalas, etc. La Harmónica es también muy interesante porque transmite la teoría musical de otros autores, y por exponer la notable y particular versión ptolemaica de la "armonía de las esferas".