Memorias del Sauce Curvo es un libro para luchar contra el olvido. El olvido de nosotros mismos. El olvido, también, de nuestros primeros paisajes que, a lo mejor, ya no rodean nuestra vida, pero que nos vieron dar nuestros primeros pasos. Y busca indagar en el recuerdo de lo que fuimos. En el recuerdo de las personas que tanto nos amaron cuando estábamos tan necesitados. Y también en el de aquellos compañeros de la niñez con los que jugamos, aprendimos, crecimos y compartimos aquellos momentos que el tiempo ha hecho inolvidables.

A través del devenir de una familia típica de entonces, la familia del niño Germán, el lector conocerá, o recordará, cómo se vivía y se sentía en un pueblo de la Castilla bella y profunda de entonces, como Sacecorbo, que también podría considerarse a su vez un pueblo típico de aquellos tiempos, los primeros sesenta, con sus gozos y sus penalidades, sus luces y sus sombras. Pero, también, representativo de aquel esfuerzo, de aquel afán, gigantesco, que derrocharon sus gentes por conquistar un futuro mejor, tanto los que optaron por quedarse en él para siempre, como los que un día se fueron de allí llevándose en el corazón, también para siempre, todo lo que perdían.

Memorias del Sauce Curvo, emocionará al lector de cualquier edad, recuperando a través de la visión de un niño, aquel mundo, en buena parte perdido, de los pueblos castellanos de los años sesenta. Esta novela, que se ambienta en el pueblo donde el autor nació: la villa de Sacecorbo (en sus orígenes «el sauce curvo»), se enriquece, además, con una visión de la vida actual, a través precisamente de aquel mismo niño, ya convertido casi en viejo, que nos abrirá su corazón en una dramática a la vez que conmovedora historia.