Es de sobra bien conocido que en la historia de la introducción de la imprenta en Italia jugó un papel esencial el cardenal español Juan de Torquemada, abad comendatario del Monasterio de Subiaco. Desde 1464 está activo allí el taller de los dos prototipógrafos italianos, los alemanes Sweymhein y Pannartz, imprimiendo textos de Cicerón, de Lactancio y de san Agustín. También su nombre figura en la historia de la imprenta romana y sin duda alguna, ya no directamente, en la historia de la introducción de la imprenta en España.

Sus Meditationes ven la luz en el taller romano de Ulrich Han el 31 de diciembre de 1467, utilizando tipos con letra gótica rotunda, habiendo dejado en blanco los espacios para que el iluminador incorpore las iniciales y presentando treinta y una estampas, que reproducen pinturas –hoy desaparecidas– de la iglesia de Santa Maria sopra Minerva. Estamos ante el primer libro impreso ilustrado de Italia.

Ha señalado Carlos Romero de Lecea de esta "obra, ni la más conocida ni la más importante (de su autor), pero sí la más codiciada por los bibliófilos de todos los tiempos" –alude a esta primera edición– que fue un auténtico best-seller en el siglo XV.

De la primera edición sólo se conocen cuatro ejemplares.