El papel del director financiero ha cambiado sustancialmente en los últimos años. A todos los efectos, la función financiera debe ser, cada vez más, el eje central de la compañía hacia donde fluye toda la información necesaria para seleccionar las oportunidades de negocio y tomar las decisiones estratégicas. Lejos de la tradicional visión burocrática, ligada al registro de las transacciones, hoy en día, la principal prioridad del director financiero tiene que ser maximizar el valor de la compañía para los accionistas, porque si no lo hace, ellos pondrán a otro que lo haga en su lugar. En este contexto, el término "hacer negocios" adquiere para el director financiero un sentido mucho más amplio. Por un lado, cada vez es más importante incluir en la negociación aspectos formales acerca de cómo y cuándo se va a producir el pago. Por otra parte, dado que el pago casi nunca tiene lugar en el momento de la entrega, sino en uno posterior, la empresa se enfrenta a la necesidad de obtener financiación para seguir funcionando. Para lograr sus objetivos, el director financiero tiene que conocer qué medios de pago existen y cuál es su operativa, a fin de utilizar los que más se adapten a sus necesidades, así como las posibles opciones de financiación, que actualmente incluyen productos que, como el leasing, el renting, el factoring y tantos otros, facilitan enormemente la gestión de los negocios e incrementan el valor añadido que aporta la función financiera. Por último, además de conocer los instrumentos, hay que saber negociar sus condiciones con las instituciones financieras, y no olvidemos que, hoy en día, en la banca, prácticamente todo es negociable. El propósito de la obra es explicar, desde una perspectiva sencilla y práctica, sin profundizar en cuestiones jurídicas y de tratamiento bancario, los aspectos más esenciales de la gestión de los principales medios de pago y las operaciones de financiación externa, poniendo a disposición del lector una guía práctica que le pe