El mensaje oficial del gobierno es: "marruecos es una Estado amigo", pero el análisis de la realidad dice otra cosa. Marruecos está llevando a cabo, técnicamente , una guerra de baja costa contra España: está exportando diariamente miles de kilos de hachís y de inmigrantes ilegales, mantiene la espada de Damocles sobre Ceuta y Melilla. No respeta los pactos firmados. Mendiga constantemente fondos de la UE, cuando relamente busca el cobijo de los EEUU. Para colmo el Magreb se ha convertido en el principal exportador de terroristas a la Unión Europea. La corrucpicón, la mala gestión económica y los desequilibrios extremos de renta, han generado una pobreza extrema, con interminables cinturones de miseria en torno a las grandes ciudades. La inmigración y el islamismo son las dos opciones de una población que , progresivamente desesperada, está llegando a su límite.¿Va Europa a apuntalar a un régimen que se cae en pedazos y que, día a día, pierde apoyos populares?¿No sería mejor reconocer el hecho consumado de que el islamismo se ha convertido en la primera fuerza político-social de Magreb?.Este libro demuestra que Marruecos constituye un polo de inseguridad, para sí mismo y para todo el Mediterráneo Occidental. Cuando se identifica una amenaza, se la conjura; no se la estumula. Sin embargo, la política del gobierno Zapatero, en relación al Magreb, es sencillamente, suicida. Rectificarla es urgente para nuestra seguridad nacional.