Si es usted empleado público ya sabe por experiencia que los malos jefes combinan la incompetencia "su común denominador", con ciertas características individuales que hacen un tanto complicado el trato con ellos. Es verdad que poco puede hacer respecto a la incapacidad de su jefe pero, al menos, ha de procurar por todos los medios que sus propias cualidades no se conviertan en un grave problema para usted. Digamos que la incompetencia del jefe político recae sobre el conjunto de la organización, y que su estilo de dirección puede amargarle a usted la vida si no sabe cómo evitarlo.En la sección de consejos prácticos y ejercicios de cada capítulo del presente libro encontrará recomendaciones destinadas a hacer más fácil la adaptación a la situación concreta que padece. Usted no puede cambiar al político que tiene por jefe, pero puede aprender a sortear los obstáculos y a capear las dificultades que le plantea. Este manual está pensado para ayudarle en esa lidia. Usted no sólo aprenderá a parar, templar y mandar, sino que, con el tiempo, será capaz de esperar a su político a puerta gayola.