¿Puede una ciudad tan conocida como Madrid esconder todavía preguntas por responder? De las intrincadas calles de Lavapiés a las mastodónticas Cuatro Torres, de la emblemática y renovada Gran Vía a la chulapa calle de Alcalá, la capital ha sido mil veces retratada por fotógrafos, pintores, literatos, músicos e instagramers, visitada por millones de turistas españoles y extranjeros y recorrida hasta la extenuación siguiendo los consejos de guías de viaje y artículos especializados. Pero bajo esa capa de postal y grandes avenidas hay todavía huellas escondidas o casi borradas —que no tanta gente conoce—, desde el pasado árabe que se resiste a desaparecer en muros y plazas centenarias a raíles de tranvías que recuerdan que durante más de un siglo estos vehículos ahora olvidados surcaron sus avenidas e incluso, más abajo, a los viajes del agua, las venas ocultas de la ciudad. Y quedan, además, lugares que siguen siendo casi un secreto, como el mirador escondido del Retiro, fastuosos palacios ocultos tras sobrias fachadas y terrazas desde las que contemplar las calles más emblemáticas desde las alturas. Al autor, mientras paseaba por las calles de la villa, le han ido surgiendo preguntas de todo tipo: ¿cuál es el edificio más antiguo de Madrid?, ¿qué tiene que ver san Valentín con la capital?, ¿qué son esos raíles que permanecen en la esquina de la calle Atocha?, ¿es cierto que hay un sitio de Madrid que se parece a Moscú? Este libro pretende responder a estas y muchas otras cuestiones y trazar una ruta llena de historia, curiosidades, matices y detalles por el Madrid único y sorprendente que me enamora cada día.