Tenemos en las manos un trabajo de investigación que relata la historia reciente, la del siglo XIX; un siglo convulso que marcará el futuro de España.

Las tierras del Ebro y del Maestrazgo se convirtieron en un foco carlista de primer orden donde no solo se desarrollaron las diferentes guerras, sino que también fueron zonas donde el movimiento carlista manifestó una perdurabilidad que va más allá de los enfrentamientos bélicos. El momento de mayor apogeo fue el período que transcurre entre 1833 y 1840. En estos años se sentaron en España las bases de la revolución liberal, que marcará de forma profunda la historia de nuestro país a lo largo del siglo XIX. Esta revolución implicó un doble proceso: la implantación de la monarquía constitucional y la sustitución de los fundamentos socioeconómicos del Antiguo Régimen por las nuevas formas de propiedad características del liberalismo. Pero todo ello se desarrolló en medio de una sangrienta guerra civil, que se inició como resultado de un conflicto dinástico y de las discordias abiertas entre los liberales y los absolutistas por tratar de imponer sus diferentes modelos de Estado.

Y cunado hablamos de carlismo, como si de una simbiosis de tratara, aparece el nombre del general Cabrera "el tigre del Maestrazgo". El autor hace un repaso de los principales personajes, tanto carlistas como isabelinos.