Coord. José Manuel Marrero Henríquez. Sea de índole novelesca, poética, teatral, arquitectónica, geográfica, pictórica, fílmica o mítica, el paisaje se despliega sobre la realidad y tiende a constituirse en hiperrrealidad sígnica de forma y contenido autosuficientes. El paisaje vive sobre la realidad y, cuando ésta se transforma o perece bajo la presión urbanística o la esquilmación de sus recursos, el paisaje sobrevive a la realidad. Este hecho no debe conducir a olvidar que tras el paisaje existen un lugar y unos seres que exigen atención y reconocimiento ni a reducir la naturaleza a ser meramente una construcción cultural. Porque los seres humanos dan significación al espacio a través del paisaje, la relación que se establece entre los lugares y los paisajes sobre ellos proyectados, lejos de ser banal para las artes y las letras, entraña profundas consecuencias éticas y estéticas. Del deseo por escudriñar en esta compleja relación nace Lecturas del paisaje, que se ofrece al lector como un espacio de reflexión diverso en sus intereses y en sus perspectivas para que tanto paisaje y realidad sean mejor comprendidos en las diversas caras del poliedro que conforman su ser. Así Lecturas del paisaje contribuye a la biodiversidad del conocimiento, un bien tanto para la vida natural del planeta como para la vida cultural del ser humano.