La exposición, que con el tiempo terminó denominándose Museo de Guerra, estaba dividida en varias secciones, que exhibían armamento y equipos de Artillería, Ingenieros, Aviación y Marina de Guerra, siempre bajo la perspectiva de mostrar el material capturado al ejercito republicano, procedente de países extranjeros.
El Servicio de Recuperación de Material de Guerra, que había sido creado con la finalidad de recoger y aprovechar el armamento capturado o que quedaba abandonado en los escenarios de batalla, se convertiría en el principal instrumento suministrador de las piezas que habrían de componer la Exposición.
Finalizada la guerra, la muestra fue desmontada y los fondos que en ella se exhibían entregados a los distintos Museos de los Ejércitos (Tierra, Marina y Aire). Algunos aún se conservan en sus depósitos y otros fueron distribuidos entre distintas Unidades militares, formando parte hoy del patrimonio histórico mueble del Ministerio de Defensa.