Cualquier tipo de empresa tiene una cantidad importante de retos a los que enfrentarse en este siglo XXI, nos encontramos en una época de creciente competitividad y de incremento del fenómeno de la globalización, y todas las compañías pequeñas y grandes deben preparar respuestas en su planificación estratégica y procesos operativos que les permitan llegar al mercado en una posición que les permita satisfacer las necesidades de sus clientes, de cara a conseguir que el ciclo de vida de estos en nuestra organización sea cada día más elevado.
El Marketing más como una filosofía empresarial que como un departamento o área de la empresa, parte de la base del consumidor, por ello la satisfacción del
cliente orienta la estrategia. Aún siendo el consumidor el eje del marketing, debemos considerar otro factor fundamental, la competencia, pues como decía Jack Trout “de que sirve satisfacer las necesidades del consumidor, si ya hay treinta empresas que lo hacen”. Esto nos lleva a la conclusión siguiente, debemos contentar a nuestro cliente, pero además debemos hacerlo de forma diferente al resto de los competidores.

Las empresas desde la gestión del marketing se han dado cuenta que cada cliente individual cobra más importancia para la empresa, pero solo con esta
área no es suficiente es necesario que todas las empresas que colaboran en el desarrollo de los productos o servicios trabajen de manera adecuada, el cliente quedará satisfecho si le producto o servicio ha pasado por procesos de excelencia a lo largo de toda la cadena de suministro.