Se dedica este libro al concepto de equidad, a los juicios de equidad fundados sobre dicho concepto, y a la acogida de estos en el ordenamiento jurídico español. El núcleo de este enunciado tripartito es el juicio de equidad: ese juicio casi misterioso en el que, en palabras de Satta, se diría que el ordenamiento reniega de sí mismo. En él parece esconderse la primacía de la conciencia, que mantiene un pulso con la institucionalización jurídica en aquellas ocasiones en que ésta no puede atender, con la justicia a que propende de suyo, a la especificidad de un caso concreto. La primera parte del libro trata la equidad a partir de sus orígenes históricos, acotando sus dos principales vertientes (equidad general y particular); su inserción en el ordenamiento jurídico español, y la expresión de sus diferentes funciones. Iniciada con el estudio de las conexiones entre la equidad y los juicios de equidad, la segunda parte disecciona el iter intelectivo que recorre el juez de equidad hasta el momento de pronunciar su decisión, y se adentra en la naturaleza jurídica de aquellos, corolario en que desemboca todo el proceso de la reflexión.