La biografía de Jerónimo Zurita pretende acercarnos a un período de grandes cambios culturales, sociales y políticos gracias a una visión del siglo XVI planteada desde tres puntos de vista diferentes. El primero es el de un humanista y bibliófilo que mantuvo estrecha relación con eruditos de la época como Calvete de la Estrella -el maestro de Felipe II-, Honorato Juan -el del infante don Carlos-, Juan Páez de Castro -el cronista de Carlos V- y destacados humanistas como Antonio Agustín. El segundo nos acerca a la creación de archivos y bibliotecas reales, la elección de una sede fija para la corte o un cuerpo de funcionarios para atender las nuevas necesidades de los monarcas, elementos todos ellos que podemos conocer desde el interior gracias a los cargos que desempeñó Zurita para los primeros Austrias y la Inquisición. Y, finalmente, su nombramiento como Cronista del Reino de Aragón, relacionado con una nueva forma de ver la historia propia de la época.