"En mi lápida pondrá: eragay y bailó", bromea Iceta mientras ordena algunos libros en su pequeño despacho, donde se amontonan carpetas y se apilan papeles. Una montaña está coronada por una lata de Coca-Cola Zero. Es adicto a este refresco, casi tanto como a la política, entre cuyos bastidores está desde hace cuarenta años. Fue hombre de confianza de Narcís Serra en La Moncloa, donde vivió la caída de Felipe González. Eran las noches en las que iba al quiosco de la Puerta del Sol para comprar los primeros diarios. Los años de los GAL, Roldán y las escuchas ilegales. Luego vendría la candidatura de Josep Borrell: Iceta fue una pieza clave en aquella victoria.

El actual líder del PSC fue ponente del Estatut, quien negoció con Rubalcaba los derechos históricos o el hombre de confianza de José Montilla cuando Artur Mas era el candidato favorito en la Calle Ferraz. El principal aliado de Sánchez y un protagonista central en una de las mayores crisis del PSOE.