El nombre de Hipódamo de Mileto (siglo V a. C.) está vinculado al de un sistema, llamado hipodámico, que se utiliza con demasiada frecuencia de forma genérica e inapropiada. El propósito principal de este libro es tratar la figura del famoso pensador y arquitecto (a partir del fundamental testimonio aristotélico) sin concesiones a reconstrucciones hipotéticas: el hilo conductor es el análisis de los pocos pero ciertos testimonios literarios existentes sobre su trabajo principal, la planta del Pireo, construida en tiempos del liderazgo de Pericles, del cual Hipódamo debe haber sido un estrecho colaborador. El recurso a la evidencia arqueológica también se valora en un sentido estricto, uniendo tradición y nuevos hallazgos, y se centra en los pocos casos que se pueden atribuir con certeza al trabajo del arquitecto milesio, incluida la ciudad de Turios, que el autor ha podido reconstruir en gran medida después de unos 25 años de investigación sobre el terreno en Síbaris.